¿Qué es la publicidad nativa?

Responde a esta pregunta:

¿De qué marca eran las bambas que llevaba Mikael J Fox en Regreso al Futuro?

 

Si no caes en la categoría “millenial”, la respuesta tiene que haber sido inmediata.

Han pasado casi cuarenta años y todavía estamos hablando de las Nike Mags que se abrochaban solas.

Product placement descarado (aunque en este caso, ¡muy entrañable y visionario!).

El anuncio del fabricante de deportivas, en lugar de interrumpir la experiencia del espectador, se introduce en la trama de la película de forma totalmente natural.

¡Y muy efectiva!

El Native Advertising es el nieto/a del Product Placement.

¿En qué consiste?

Te lo contamos a continuación.

 

¿Qué es el Native Advertising?

El Native Advertising es la publicidad que se comporta como los “nativos” de un espacio digital concreto.

Si tú quieres publicitarte en un blog concreto, debes comportarte y “vestirte” de la misma manera que lo hacen los nativos del blog.

Es decir, el contenido promocionado tiene que integrarse y respetar el formato y estilo de los contenidos editoriales de dicha plataforma.

Nada del pop up intrusivo del que ya estamos hasta el moño.

O nada de banners feas que nos arruinan la experiencia y se entrometen con las prácticas indígenas.

Nuestra “intrusión” tiene que armonizar con el resto de los contenidos en esa plataforma.

Respetamos al usuario, y respetamos al creador de ese espacio.

 

¿De dónde surge el Native Advertising?

Surge del agobio que sentimos los usuarios digitales que nos vemos obligados a tolerar publicidad intrusiva en todos lados constantemente.

Estamos hartos de su poca calidad.

Del poco valor que nos aporta.

De sus altos niveles de intrusión.

Del mal rollo que nos genera.

Y total, ¿para qué?

¡Si apenas hacemos clic?

En el 2000 solo le dimos al 9% de los banners.

En el 2012, solo el 2%.

Y en 2018, hablamos únicamente de un promedio de 0.05%.

Es evidente que, hartos estamos.

Y por eso, el publicista busca alternativas más sutiles.

¿Qué hace?

  1. Se pinta la cara y se pone el traje de “ghillie” (sí, ya sabes, aquellos uniformes que utilizan los soldados para camuflarse a un entorno y que le hacen parecer un denso follaje).
  2. Pide permiso al “nativo” para establecer base en su plataforma.
  3. Cuando este accede, se avisa al usuario en la intro del artículo adviertiéndole de que se encuentre ante un contenido publicitario.
  4. Se planta muy discretamente en la plataforma de la otra marca y aporta todo el valor que puede al visitante, siempre siguiendo las normas establecidas por el indígena.

 

¿En qué tipo de entornos se desarrolla la publicidad nativa?

¡Fíjate atentamente y verás que se esconde en todos lados!

Hemos visto las menciones en el contenido de una empresa.

Es decir, la empresa publica contenido que parece editorial, pero que, en realidad, está promoviendo los servicios de una empresa afiliada.

Luego tienes los típicos publireportajes sobre una marca específica:

ejemplos de publireportaje

En: https://censuraenlacomunicacion.wordpress.com/tag/ejemplos-de-publirreportaje/

 

O los anuncios TrueView que el usuario/a opta por consumir, normalmente por estar relacionado con la temática que le interesa.

 

O las historias patrocinadas en Linkedin, Facebook o Pinterest…

O los tweets patrocinados de Twitter…

Es decir, que la publicidad sigue estando en todos lados, pero empezamos a notarla menos.

Y, eso se agradece, ¿no crees?